Aaron Joseph, desarrollador y diseñador web autónomo, comparte su trayectoria de búsqueda de intereses artísticos. Al principio quería ser médico o artista, pero se dio cuenta de los retos que planteaban las matemáticas y las ciencias. Estudió en universidades de Albany, en la zona de la bahía, con programas artísticos, donde destacó en clases de arte de nivel avanzado y en programas teatrales. Su interés por el diseño y el desarrollo web evolucionó de un deseo de trabajar como artista de estudio a un deseo de crear arte público único. A pesar de su dedicación al arte, Aaron se dio cuenta de que la naturaleza competitiva del sector y la necesidad de tener suerte limitaban a menudo su producción artística. Ahora trabaja en la creación de una cooperativa de autónomos a través de su nueva empresa, Identafire.
Aaron Joseph, desarrollador y diseñador web autónomo, accedió amablemente a concedernos una entrevista. En esta entrevista, Aaron explica cómo establece contactos con los clientes como autónomo y cómo fija los precios. Además, Aaron habla de cómo trabajar solo es su mayor lucha y de cómo está dando el siguiente paso para crear una cooperativa de autónomos a través de su nueva empresa, Identafire.
¿Qué le inspiró a dedicarse a actividades artísticas y convertirse en desarrollador web autónomo?
Recuerdo que de pequeña quería ser médico o artista. Con el tiempo, me di cuenta de lo desafiantes que son las matemáticas y las ciencias. Es una forma muy bonita de decir las cosas. No se me daban especialmente bien las matemáticas, y era la asignatura que menos me gustaba. Además, no se me daban bien las clases de química. Tuve la suerte de asistir en gran parte a universidades de Albany en la zona de la bahía que tenían programas de arte. Me permitieron tomar la clase de arte de Colocación Avanzada en su formato de estudio independiente. Como ayudante de escenario y luego como diseñador de iluminación y director, tuve la oportunidad de participar en el programa teatral. Esas eran las cosas que mejor se me daban y que más me impulsaban a hacer.
Yo también era un niño tranquilo. En lugar de tener que explicar quién soy, me resultaba más cómodo poder hacer algunas cosas peculiares como arte, darlas a conocer al público y que los demás vieran el arte. Podía ver cómo la gente interactuaba con él y disfrutar viendo sus emociones. Me gusta participar en proyectos creativos en los que no soy el centro de atención y mi trabajo se integra en algo de lo que todo el mundo puede hablar.
¿Cómo cambió su interés por el diseño y desarrollo de páginas web de su deseo de trabajar como artista de estudio?
Fui a la escuela de arte cuando era estudiante universitaria en Chicago con el objetivo de convertirme en artista de estudio. Y quizá lo haga en el futuro. Pero poco después de licenciarme, llegué a la conclusión de que probablemente me faltaba disciplina para dedicarme profesionalmente a la pintura. El sector es increíblemente competitivo, aunque yo fuera extremadamente diligente y lo hiciera todos los días. A veces todo depende de la suerte. No hace falta ser un gran artista para no ganar nada. En esencia, el deseo de ganar dinero no es el motor que impulsa a hacer arte. Por lo tanto, el tipo de obras que un artista puede producir puede verse limitado ocasionalmente por los métodos en los que puede ser compensado por su trabajo. Por eso sabía que probablemente no podría ganarme la vida haciendo ganchillo y serigrafía. Hice lo que pude. Me esforcé por poner en marcha un negocio de serigrafía. Pero, de momento, no tenía autocontrol para hacerlo.
Así tomé la decisión de trabajar en la industria del diseño. Tomé clases de diseño en el Berkeley City College. Entonces Motorola me contrató para diseñar páginas web. Hacía poco que habían comprado Netopia. Como resultado, estaban recibiendo solicitudes de desarrollo de sitios web de clientes de AT&T y Páginas Amarillas. Utilizábamos un programa especializado para crear un sitio web. No se nos permitía hacer pleno uso del instrumento y no teníamos formación en codificación. Las páginas web que se producían con esta peculiar tecnología eran de baja calidad. Sin embargo, compré diseños de páginas web y plantillas que puedo utilizar para crear sitios web sin escribir ningún código. Me gustaba el aspecto visual. Además, me gustaba la idea de construir un sitio web. Pero quería saber cómo funcionaban las cosas y cómo llevar a cabo el proceso completo.
Tuve la oportunidad de comprender realmente el diseño y el desarrollo web gracias a la parada del departamento. Principalmente me enseñé a codificar usando HTML y CSS. Más tarde también algo de PHP y JavaScript. Sólo lo suficiente para que WordPress hiciera lo que yo quería.
¿Qué le atrae del diseño y desarrollo web?
Este trabajo es creativo. Aunque esté mediado por comités que tienen que aprobar determinados elementos de diseño, parte del concepto de mi proyecto acaba convirtiéndose en realidad. Sigo teniendo que idear un concepto que luego materializo en el mundo real. También tiene alcance y transmite un mensaje. Se puede llegar a un público considerable con material basado en Internet. Esto también se aplica al material impreso. Pasé muchos años trabajando para varios periódicos, así que tengo una debilidad especial por la prensa escrita. Y aunque ya no sea tan popular como antes, me sigue gustando.
¿Cómo pasó a trabajar de forma independiente?
Llevaba un tiempo trabajando en un empleo y como autónoma simultáneamente. Sin embargo, posteriormente ascendí al puesto de supervisor en la empresa donde trabajaba. Había asumido el papel de director creativo y me di cuenta de que echaba de menos realizar la mayor parte del trabajo en lugar de limitarme a supervisar a los demás. La organización por niveles del entorno también me desanimaba. Necesitaba salir de allí y trabajar de una forma que me pareciera menos perjudicial para mí y para los demás. Así que hace dos años tomé la decisión de poner a prueba mi perspicacia como autónomo.
Empecé a centrarme en las habilidades comercializables que estaban en demanda. En aquel momento, no lo consideraba marketing. No tenía ni idea de marketing. Pero quería asegurarme de que tenía un producto que me diera dinero regularmente. Al final, descubrí cómo crear temas originales para WordPress. Antes modificaba temas de WordPress ya existentes, pero ahora intento no hacerlo. Soy el tipo de persona a la que le gusta mirar bajo el capó y quiero participar en todas las fases del proyecto en el que estoy trabajando. Así que en lugar de utilizar un tema existente, aprendí a crear uno a medida.
Después, la mayoría de mis clientes eran personas que necesitaban sitios web, así que acabé creando marcas para ellos. Muchos de estos clientes necesitaban un logotipo y una identidad de marca porque estaban empezando sus empresas. Además, publiqué algunos de mis trabajos.
Antes ha dicho que su clientela ha cambiado con el tiempo. ¿Qué ha cambiado ahora? ¿Quiénes son los clientes perfectos para usted?
Cuando empecé como autónoma, trabajaba con más escritores, cantantes, cineastas y artistas. Mi trabajo atraía a una clientela distinta de la que atrae ahora. Esto es en parte resultado de mis propias decisiones conscientes, pero también de mi participación en el Acelerador de Autónomos de Uptima. Pude identificar el tipo de clientes con los que quiero trabajar, ya que me gusta lo que hacen y pueden ayudarme a mantenerme. Así pues, parece que ambos salimos beneficiados. Siempre se espera que ambas partes salgan beneficiadas de una transacción.
Por ello, actualmente trabajo sobre todo con organizaciones sin ánimo de lucro y algunas empresas medianas con ánimo de lucro de los sectores de la vivienda y la educación. Trabajar con personas cuyas empresas benefician a nuestras comunidades es algo que aprecio. En nuestros sistemas educativos hay varios grupos demográficos infrarrepresentados. Además, el coste de la vivienda en el Área de la Bahía, en el resto de la nación y en el resto del mundo está ahora fuera de control. Me siento mucho mejor con mi trabajo si puedo ayudar a estos grupos a salir adelante.
Cuando trabajaba para un cliente del sector inmobiliario con ánimo de lucro, una de mis responsabilidades era crear una postal anunciando que habían vendido, o algo así, la casa más cara de la Misión. Realicé el trabajo y me pagaron por ello, pero no me hizo ninguna gracia. Me pareció predatorio. Por otra parte, trabajo para una empresa cuyo objetivo es ayudar a los niños a aprender aritmética de forma más eficaz. Como tengo problemas con la aritmética, me identifico con su objetivo. Es un reto para mí. Es bueno colaborar con ellos en proyectos que van más allá de simplemente reordenar los capítulos de los libros de texto para que puedan publicar una nueva versión y ganar más dinero.
En consecuencia, me atraen los grupos cuyos objetivos son abordar problemas acuciantes, tener un impacto en la gente u ofrecer alojamiento a las personas. También son el tipo de empresas que proporcionan un bien o servicio que les permite contratar a alguien que les ayude con el diseño, pero que probablemente carecen de los recursos para hacerlo. para que yo pueda trabajar momentáneamente con ellos y ayudarles a cumplir sus objetivos.
Como resultado, tiene muchos clientes que repiten. ¿Cómo puede fomentar conexiones que lleven a compromisos de por vida?
Sí, trabajo con un cineasta desde que empecé a hacer trabajos por mi cuenta los fines de semana y por las noches. Llevamos saliendo más de cinco años. Eso me hace feliz. Estoy agradecida a mis fieles clientes que me apoyaron al principio. Siguen trabajando para mí y me han acompañado en viajes cuando he subido los precios.
Al principio de mi carrera desempeñé varias funciones de atención al cliente, lo que me ha ayudado a establecer contactos con los clientes. También puedo entender el funcionamiento de las organizaciones con las que colaboro porque he trabajado en un ambiente más corporativo.
La capacidad de comunicar con eficacia es crucial. asegurándome de que mi comprensión de sus expectativas se corresponde con lo que realmente esperan. asegurándome de que cumplo los plazos establecidos u ofreciendo una justificación de por qué hay que cambiar el plazo. Asegurarme de hacer un seguimiento y completar lo empezado. Tengo que ser capaz de anticiparme a las necesidades o problemas de la gente en el proyecto utilizando mi experiencia sirviendo mesas; si observo algo que parece que podría ser un problema en el futuro, intentaré evitar que ocurra. Como resultado, creo que el mejor trabajo que puedo hacer para ellos es sacar partido de todos los tipos de trabajo que he realizado en el pasado. Y parece que eso les ha motivado a volver.
También les hago saber lo mucho que aprecio su negocio, lo que a veces es tan sencillo como escribir una nota en una factura que diga "gracias por elegirme para este proyecto". También envío de vez en cuando correos electrónicos en los que les digo que trabajar conmigo me permite vivir la vida y hacer el trabajo que quiero. Simplemente les digo que quiero construir una relación con ellos y ser directo y honesto con ellos.
Ha señalado que, a pesar de los cambios de precios, uno de sus clientes habituales se ha mantenido firme. ¿Cómo ha cambiado el coste de sus productos con el tiempo? ¿Y qué opina de los cambios de precios?
Empecé a trabajar como autónomo por $30 la hora. Era más de lo que ganaba por hora en otros sitios. Superaba mi salario por hora de entonces. También tuve que tener en cuenta que tenía que pagar impuestos por el dinero que ganaba como autónomo, así como las primas del seguro médico. Como consecuencia, tuve que subir mis precios para reflejar estos costes. Sin embargo, en aquel momento, subir mis tarifas me parecía una inversión importante. Pensé que no me pagarían por ello.
Cuando dejé ese trabajo, facturaba a $40 la hora, pero mantuve a mi primer cliente con mi antigua tarifa por gratitud a que se hubiera arriesgado conmigo y me hubiera dado una oportunidad. Siempre he avisado y seguiré avisando a los clientes antes de cualquier subida de precios. Y si ofrezco un presupuesto basado en mis precios anteriores después de discutir un trabajo contigo durante un tiempo, normalmente mantendré esa tarifa en el futuro.
No pensé que podría cobrar más hasta que llegué a $40 la hora. Pero era consciente de que necesitaba más dinero. Tomé la decisión de cobrar $50 por hora a partir del 1 de enero. También me uní al Freelancer Accelerator de Uptima, donde hablamos de la cuestión del límite máximo. Pensaba que esto ya lo tenía. Aunque conocía a algunos diseñadores que cobraban entre $75 y $100 por hora, tenía la idea errónea de que nadie me pagaría más de $50 por hora. Sencillamente, pensaba que nadie me pagaría por eso. Mi clientela ya no me utilizaría. Gracias a esta formación he podido explorar las razones por las que tenía la idea de que mi potencial de ingresos era limitado. No voy a decidir bruscamente subir mis tarifas drásticamente. Pero soy consciente de que necesito una cierta suma de dinero para existir, así como una cierta suma para sentir que me pagan justamente. Como autónomo, debo tratar mi trabajo de la misma manera que lo haría si fuera empleado de una organización respetable dentro de un paradigma laboral más convencional.
Ahora tengo todo esto en cuenta a la hora de fijar los precios. Además, puedo mostrar al cliente el rendimiento potencial de su inversión si me contrata, ya que puedo exhibir un mayor corpus de trabajo y una cartera más amplia. Como resultado, creo que mis honorarios son justos tanto para mis clientes como para mí. También creo que se pueden mejorar. Además, tengo estos métodos para decidir cuándo y cómo proceder con el siguiente aumento.
¿Cuál es el mayor obstáculo que debe superar como autónomo?
Mi mayor reto es la falta de compañeros de trabajo. Ser diseñador (y probablemente en muchas otras profesiones) sin nadie con quien intercambiar ideas es una locura. También echo de menos trabajar en un entorno colaborativo. Echo de menos a la gente maravillosa de los equipos de diseño con los que trabajé en otras empresas. Trabajar solo fue maravilloso durante un tiempo. Pero de repente me apetece más interacción humana. Y estoy haciendo un esfuerzo por aplicar esto a la dirección de mi negocio.
Sé que volvió a inscribirse en nuestro Acelerador de Pequeñas Empresas y Emprendimientos por este motivo. Describa los siguientes pasos que va a dar su empresa.
Estoy pensando en crear una cooperativa como siguiente paso para mi negocio. Acabo de empezar a subcontratar trabajos informáticos a contratistas independientes, ya que no puedo permitirme contratar a alguien a tiempo completo. Tampoco puedo permitirme contratar a otro diseñador más que para una pequeña parte del proyecto si necesito trabajar con él. No se me da muy bien la aritmética, como se ha indicado. No me gusta tratar con dinero. La creación de facturas está bien porque sé que es probable que me paguen en función de ellas, pero el resto del proceso no me gusta nada. Creo que hay personas con las que podría trabajar que lo hacen mucho mejor y les gusta más que a mí. Sin embargo, no puedo pagarles para que controlen cada actividad. Sin embargo, no puedo formar el equipo con el que quiero trabajar mediante contrataciones y subcontrataciones.
También podrían convertirse en copropietarios de una cooperativa. Aunque al principio no haya un flujo constante de iniciativas, creo que la gente estará mucho más interesada en quedarse. Quizá también descubran actividades. Entonces, podré trabajar con ellos mientras toman la iniciativa, y al revés. El modelo cooperativo, en mi opinión, tiene el potencial de ser un gran método para atraer a personas que tienen ideales similares sobre el tipo de lugar de trabajo que desean, los clientes a los que quieren servir y la influencia potencial que su trabajo puede tener en el mundo y en nuestra comunidad.
¿En qué fase de la construcción de la cooperativa se encuentra?
He llegado a la fase de aceptación. Al principio me sentía aprensiva porque quería que este fuera mi negocio porque ya había tenido éxito en él. Por lo tanto, había cierta batalla interna sobre si mi ego podría dejarlo ir o no. Pero ya lo he superado. Además, creo que es una idea fantástica. En concreto, no quiero reproducir algunos de los lugares más tóxicos en los que he trabajado antes. Y si me adhiero a estas estructuras organizativas comunes para las empresas, estaré en la misma ruta para duplicar esto.
Además, actualmente conozco a muy pocas personas con las que me sentiría a gusto trabajando juntas y aún menos personas con las que creo que sería un socio comercial de éxito. Así que tengo que conocer a más gente, establecer contactos con ellos y valorar detenidamente si quiero seguir haciendo negocios con ellos cuando me jubile, que es otra cosa que me gustaría poder hacer como consecuencia de esto, o al menos hasta que lo haga.
¿Cuál considera que ha sido su mayor éxito en el desarrollo empresarial?
Uno de mis clientes, Berkeleyside, necesitaba un sitio web que guiara a los visitantes a través del proceso de invertir directamente en su empresa. Se llama oferta pública directa y, por lo que sé, es similar a una OPI pero más pequeña y permite a los inversores no acreditados participar directamente en el proceso. Son periodistas. Mi formación es editorial. Cuando trabajaba para The Guardian, estaba allí cuando cerró. Como nadie quiere pagar una cuota mensual para acceder a las fuentes de noticias en línea y como los anuncios son molestos, vi que la financiación del periodismo era una dificultad con el desarrollo de Internet. Por ello, me pareció una gran idea y una hazaña. Sobre todo en Berkeley, donde los habitantes se interesan mucho por los asuntos nacionales y mundiales. Parece el encaje perfecto. Me alegró mucho que me eligieran para este proyecto. Este sitio web se hizo sólo para ellos, y creo que tiene una pinta estupenda. En contribuciones, han reunido más de $500.000. Se ajustaba a sus necesidades. Siguen en activo y buscando inversiones. Me siento muy gratificado por haber participado en esa empresa. Era uno de los mayores proyectos en los que había trabajado. He tenido momentos en los que he cuestionado mi capacidad de éxito. Yo también lo hice. Sigo trabajando con ellos. Poder ver y formar parte de sus logros es satisfactorio.
¿Qué consejos le daría a un nuevo autónomo?
Trabajar a tiempo parcial mientras se es autónomo no está estigmatizado. Sin embargo, si puedes asegurarte una fuente de ingresos fiable, creo que deberías hacerlo. Lo considero crucial. Al principio puede parecer una fiesta o una hambruna.
Además, lleva un registro de las horas que dedicas a cada actividad para asegurarte de que tus estimaciones y tu remuneración son correctas. Utiliza una herramienta de control del tiempo como Toggl u otro programa que te facilite la obtención de estos datos cuando sea necesario.
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